miércoles, 1 de julio de 2009

Política de Vivienda de la Generalitat

La Generalitat y el PP siguen vendiendo humo, también en vivienda, pese a que la Comunitat sufre con mayor gravedad la crisis.


Ayer pudimos leer en un medio de comunicación que “el Consell sólo ha edificado 432 VPO de las 22.000 que anunció en 26 municipios”. Se refiere a los acuerdos que se firmaron entre 2002 y 2006 entre el Instituto Valenciano de Vivienda y casi una treintena de ayuntamientos. Las fechas no son casuales, pues los anuncios a bombo y platillo de los acuerdos siempre se han hecho meses o semanas antes las elecciones autonómicas. Entonces y ahora se vende humo.


Los Planes de la Generalitat son sólo anuncios y compilación de medidas incumplidas.


La Generalita es experta en anunciar grandes planes con dos características comunes. En primer lugar, el dinero que se anuncia nunca encuentra consignación presupuestaria en las cuentas de la Generalitat y cuando se hace, es gracias a transferencias extraordinarias del Gobierno de España desde 2004. La Generalitat no aporta nada o lo hace de forma simbólica. Un exponente claro de esto es la política de vivienda, como explicaré a continuación, o gran parte del Plan “Confianza”.


La segunda característica de los planes de la Generalitat es que normalmente quedan en nada o sólo en leyes carentes de financiación que, en algunos caso, no sólo no aportan derechos a las normas aprobadas por las Cortes Generales a propuesta del Gobierno de España, sino que en algunos casos los recorta o matiza para impedir su disfrute, como es el caso la aprobación por ley (de acompañamiento de presupuestos) del silencio administrativo negativo en el caso de las solicitudes de dependencia, o el tortuoso camino burocrático para solicitar la Renta de Emancipación Básica.


En política de vivienda el Gobierno aporta 9 de cada 10 euros.


La Política de Vivienda es el gran ejemplo de la política de humo, pues vende el Conseller un Plan propio de la Comunitat que dice que supondrá una inversión directa de la Generalitat de más de 900 millones de euros, cuando sólo el Gobierno de España, vía convenio con la Generalitat, aporta 933,46 millones de euros. La pregunta es donde están los 33,46 millones de euros que el Conseller no incluye en el Plan de la Comunitat.


Es también un ejemplo de la obstrucción de derechos y servicios públicos nuevos promovido por el Gobierno de España, desde que está presidido por Zapatero, como es el caso de la Renta de Emancipación Básica. La Generalitat no sólo amplía la ayuda mensual al pago del alquiler de 210 €, ni la fianza, ni el aval, sino que además pone más travas burocráticas sobre los requisitos mínimos exigidos por el Gobierno, y coge tres millones de euros para montar una Ventanilla Única en cada comarca, y simplemente, no ponen ni una.


Y es ejemplo, porque le echa morro y se apropia de iniciativas del Gobierno de España socialista, que paga el Gobierno, para exigirle que haga eso mismo. No lo entiende, yo tampoco, pero es lo que hace la Generalitat con la Ayuda a Inquilinos. Cuando se anunció la Renta de Emancipación Básica la Generalitat dijo que no era necesaria porque ellos ya daban la Ayuda a Inquilinos, cuando como he dicho fue una iniciativa del Plan de Vivienda 2005-2008. Además, no se dieron porque la Generalitat no las publicitó y dedicó el dinero a otras cosas. Recientemente, ha anunciado que aumentará la partida, cuando Camps se comprometió hace dos años a aumentar esa Ayuda a Inquilinos, cosa que no ha hecho.


No son tiempos de humo, sino de acciones reales.


Acciones reales que lleguen a las familias, a los trabajadores, a los autónomos, y a los empresarios. La Generalitat y el PP hacen lo mismo que hacían cuando la economía iba como un cañón, pese a su acción gubernamental. Y dicho pese a su acción gubernamental porque se crecía gracias a la dedicación de los trabajadores, autónomos y empresarios, no a las medidas de la Generalitat, pues no hacía más que cobrar.


Siguen vendiendo humo, grandes anuncios que se quedan en nada. Da igual que hablemos de vivienda, de turismo, de industria, de comercios, de autónomos, de deudas con proveedores.


La diferencia es que antes daba igual porque la economía tiraba. Antes crecíamos por debajo de la media, pero crecíamos. Ahora, batimos récords de paro, recesión, Eres, cierre de comercios o bajada de consumo en comercios. Y Camps sigue con su humo. De seguir así, en la Comunitat el problema socioeconómico de las personas será mayor y la salida de la crisis más tardía y en peor posición.


Tienen que actuar y no abandonar a los ciudadanos a su suerte. Ya está bien de mentiras y balones fuera. Incluso el Plan Confianza es poner una marca a medidas que están en el cajón y ya veremos cuando se hacen y cómo se van a pagar, u otras medias que se pagarán con el nuevo modelo de financiación que ha planteado José Luis Rodríguez Zapatero. Esperemos que Rajoy no siga bloqueándolo.



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